En términos vinícolas a South África se le
encaja dentro de los vinos del Nuevo Mundo, pero fueron ya plantadas viñas alrededor
de 1652. Y esos más de 350 años de historia se notan muy mucho, en la calidad
de sus vinos, y que les ha llevado a conseguir que hoy sean el 9º país en
producción de vino.
Se empezó esta cata con un espumoso o cap
classique (como son llamados allí), El Colmant Brut. Un monovarietal de Chardonnany,
de la Zona de Franschoek, con unos 45 meses de crianza. Muy cítrico, pero que nos sorprendió muy
gratamente.
Después catamos tres vinos blancos; un 100%
sauvignon blanc de la bodega Klein Konstantia, un 100% chardonnay de Hamilton
Russell y el gran triunfador de la noche el Skerpioen 2012, de bodegas Sadie
Family, 50% Chenin Blanc y 50% Palomino. Estas últimas variedades podríamos
decir que son, en vinos blancos, de las más antiguas del país.
Después pasamos a catar los tres tintos; el
Newton Johnson 2014 monovarietal de Pinot Noir, un tinto de la variedad tinta más
típica del país; el Spioenkop 2014 100% Pinotage; y el Anwilka 2011. Este
último tiene un coupage de 67% Syrah,
31% Cabernet Sauvignon y 2% Petit Verdot
y de los tres, fue el que más agradó
Para finalizar nos sorprendió
el dulce Paul Cluver 2012, un riesling de una gran calidad donde predominaban
los toques a albaricoque y piña.
Una gran noche, después
de la cual nos entraron muchas ganas de visitar algún día ese gran país.
Lástima que esté a 8.500km.
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