Ya desde hace un tiempo,
los rosados están empezando a encontrar su lugar y se tienen muy en cuenta tanto
por bodegas, críticos, revistas especializadas y en numerosas catas de vino. Parece que se han roto los mitos de que los rosados son vinos a medias, sólo para el verano o de poca calidad. Y
es por ello que en esta ocasión quisimos catar algunos de los mejores rosados
nacionales y de Francia (Côte de Provence) y así de paso encontrar las
similitudes o diferencias entre ellos.
Se empezó la cata a
ciegas con el espumoso Recaredo Intens Rosat 2011 que ya nos daría, además del
color, otras características de la cata, como que serían la mayoría vinos de
crianza y con la variedad Garnacha.
Los tres vinos nacionales
casualmente fueron de diferentes D.O.. El Chivite Colección 125 de Navarra, el
Dido 2013 del Montsant y Le Rose 2014
de Ribera Duero. Aunque cada vez más las bodegas nacionales intentan asemejarse
a los franceses, enseguida notamos en ellos las principales diferencias, como
son su mayor tonalidad de color rosado y mayor crianza. De estos tres el que más
gustó fue el Chivite, galardonado por A.E.P.E.V, como el mejor vino rosado de
España.
Los tres rosados de Côte de
la Provence fueron el Miravall 2014, Château Romassan 2014 y Garrús 2014, este
último considerado como el mejor vino Rosado del mundo. Aunque de la misma
zona, son completamente diferentes, el primero mucho más aromático, el segundo
con más notas a la crianza, y el tercero es donde se notó más la Garnacha.
Para despedir la cata, el
dulce Perelada Garnatxa de l´Empordà, también rosado y 100% Garnacha, tiene 12 años de crianza, quizás en boca demasiado
sabor a fruta confitada.
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